
Viajar a través de varios husos horarios puede ser emocionante, pero también puede tener efectos secundarios indeseados. Uno de los más molestos y comunes es el famoso jet lag, también conocido como disritmia circadiana. Esta alteración del reloj biológico ocurre cuando tu cuerpo no se adapta de inmediato al nuevo horario del destino, provocando fatiga, insomnio, irritabilidad, problemas digestivos y falta de concentración.
Afortunadamente, hay muchas formas de minimizar o incluso evitar este fenómeno. En esta guía completa descubrirás cómo evitar el jet lag antes, durante y después del viaje, para que tu llegada esté llena de energía y no de cansancio.
¿Qué es el jet lag y por qué ocurre?
El jet lag se produce cuando viajas rápidamente a través de varias zonas horarias, especialmente en vuelos de larga distancia hacia el este o el oeste. Tu cuerpo mantiene su ritmo habitual, mientras que en el nuevo destino todo ocurre en otro horario: amaneceres, comidas, sueño…
Cuanto mayor es la diferencia horaria y más rápido viajas, más probable es que experimentes jet lag. Por eso, no lo sentirás igual en un vuelo Madrid–Lisboa que en uno Buenos Aires–Tokio.
Factores que influyen en la intensidad del jet lag
No todos los viajeros lo sufren igual. Algunos factores que pueden aumentar o reducir sus efectos:
- Número de husos horarios cruzados
- Dirección del viaje (ir hacia el este suele ser más difícil)
- Tu edad y condición física
- Duración del viaje
- Horarios de exposición a la luz
Consejo: Cuanto más joven y flexible sea tu rutina de sueño, más fácil será adaptarte.

Antes del viaje: prepara tu cuerpo
Una buena preparación puede marcar la diferencia entre un aterrizaje lleno de energía o uno lleno de ojeras.
Cambia gradualmente tus horarios
Comienza unos días antes a acostarte y despertarte más cerca del horario del destino. Si viajas hacia el este, adelanta tus horarios; si viajas hacia el oeste, retrásalos.
Descansa bien los días previos
No llegues al vuelo con privación de sueño pensando que dormirás en el avión. Es mejor abordar descansado y relajado.
Ajusta tus comidas
Intenta adaptar tus horarios de comida poco a poco al nuevo huso horario. Esto ayuda a tu sistema digestivo a adaptarse más rápido.
Hidrátate bien
Estar bien hidratado mejora la capacidad del cuerpo de adaptarse a los cambios. Evita el alcohol y la cafeína en exceso antes del vuelo.
Durante el vuelo: empieza el cambio
Lo que hagas en el avión puede ayudarte a sincronizarte más rápido con tu nuevo horario.
Cambia la hora de tu reloj
Apenas subas al avión, ajusta tu reloj (y mentalidad) al horario del destino. Esto te ayuda a empezar a sincronizarte psicológicamente.
Duerme o mantente despierto según la hora de destino
Si al llegar será de día, intenta no dormir mucho durante el vuelo. Si será de noche, duerme lo más posible en el avión. Usa antifaz, tapones y almohada de cuello.
Evita comidas pesadas y alcohol
Come ligero y bebe mucha agua. El aire seco del avión contribuye a la deshidratación, lo que agrava el jet lag.
Haz movimientos cada cierto tiempo
Camina por el pasillo, estira las piernas, haz rotaciones de tobillos. Esto mejora la circulación y reduce la sensación de pesadez.

Después del vuelo: adapta tu ritmo rápidamente
Una vez que aterrices, es importante tomar decisiones inteligentes que ayudarán a que tu cuerpo se reajuste lo antes posible.
Exponte a la luz natural
La luz solar es el regulador natural del reloj biológico. Si llegas de día, sal a caminar aunque estés cansado. Si llegas de noche, intenta dormir aunque no tengas sueño.
No tomes siestas largas
Si necesitas dormir, que no sea más de 30 minutos. Dormir varias horas durante el día puede retrasar tu adaptación.
Come a horarios locales
Aunque no tengas hambre, trata de comer en los horarios del destino. Esto ajusta tu sistema digestivo al nuevo ciclo.
Mantente activo
Evita quedarte en la cama todo el día. Sal, camina, haz actividades al aire libre. El movimiento estimula la adaptación.
Sé paciente
Tu cuerpo necesita tiempo. Por lo general, toma un día por cada huso horario cruzado, aunque con estas estrategias puedes reducir mucho el impacto.
Melatonina y otros suplementos: ¿funcionan?
La melatonina es una hormona que regula el sueño. Tomarla como suplemento puede ser útil, especialmente para viajes hacia el este.
Cómo usarla:
- Consulta a un médico antes de tomarla.
- Tómala 30–60 minutos antes de dormir en el horario local del destino.
- No es recomendable usarla de forma prolongada.
También existen suplementos naturales como el magnesio o la valeriana, que ayudan a relajar el cuerpo y conciliar el sueño sin dependencia.
Jet lag en niños: cómo manejarlo
Los más pequeños también sufren jet lag, aunque pueden adaptarse rápidamente si se les guía bien.
Consejos para viajar con niños:
- Mantén rutinas similares (baño, cena, cuento)
- Expónlos a la luz del día desde el primer momento
- Evita siestas largas fuera del horario local
- Asegúrate de que coman bien y se hidraten
- Ten paciencia y flexibilidad los primeros días

Errores comunes que empeoran el jet lag
Evita estas prácticas si quieres recuperarte rápidamente:
- Dormir todo el día al llegar
- Tomar mucho café o alcohol durante el vuelo
- No ajustar tu reloj mental al nuevo horario
- Encerrarte en el hotel
- Comer a horas incorrectas por seguir tu horario anterior
Tip adicional: Aunque te cueste, mantente despierto hasta al menos las 21:00 del horario local el primer día.
Jet lag y trabajo: cómo estar listo para reuniones o eventos
Si viajas por negocios y necesitas estar al 100 % desde el primer día, aplica estas estrategias extra:
- Llega un día antes para adaptarte
- Planea las reuniones más importantes en horarios donde estés más alerta
- Evita comidas pesadas antes de presentaciones
- Usa técnicas de respiración o meditación para mejorar el enfoque
Dormir bien es la mejor preparación para cualquier reto profesional en otro huso horario.
Destinos y jet lag: cuáles son los más exigentes
Algunos destinos implican más horas de vuelo y cambio horario que otros. Estos son los más intensos desde España o Latinoamérica:
- Japón y Corea: 8–10 horas de diferencia
- Australia y Nueva Zelanda: hasta 12 horas
- Sudeste Asiático: 6–8 horas
- Estados Unidos (Costa Oeste): 9 horas desde Europa
- Sudamérica ↔ Europa: 4–6 horas según país
Consejo SEO: Si tienes flexibilidad, considera planificar viajes largos hacia el oeste primero, ya que la adaptación suele ser más fácil.
Conclusión: cómo evitar el jet lag y disfrutar tu viaje desde el primer día
Saber cómo evitar el jet lag es tan importante como elegir un buen hotel o encontrar un vuelo barato. Con preparación, atención a tu cuerpo y estrategias simples, puedes llegar a tu destino con la mente clara y la energía necesaria para aprovechar al máximo tu experiencia.
Recuerda: el jet lag no es una barrera, solo una fase de ajuste. Sé paciente, escúchate, y verás cómo el mundo se disfruta mejor cuando estás descansado y presente.